El cantante se ha convertido en el protagonista involuntario del ATP de Buenos Aires por sus "miradas de reojo" a Luisana Lopilato mientras veían jugar a su exnovio Juan Mónaco.
A pesar del breve encontronazo con el pasado amoroso de su mujer, Bublé -padre del pequeño Noah (1) junto a Luisana- puede presumir de disfrutar de uno de los matrimonios más estables de la industria musical, gracias en parte al cambio que supuso la llegada de la argentina a su vida.
“Luisana es muy sana, mientras que yo soy muy compulsivo: cualquier cosa que haga, va a ser hasta el fondo. Hasta el punto de sentirme enfermo. Pero ella tiene tanto control de sí misma que me hizo comer mejor, vivir de modo más sano, tomar y fumar menos. Salir de fiesta todos los días era normal para mí y fue lindo tener a alguien que se preocupara por mí y que me dijera que no tenía que ser así siempre”, explicaba el cantante a la revista Cosmopolitan.