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Karina Martincich (Directora de Meta Humano y Life Coach) visitó ‘El Salón’ y habló sobre las "empresas consicentes" y de los empleados autónomos. Ser consciente significa “Percibir el mundo interior y exterior. Que siente, piensa, quiere y obra con conocimiento de lo que hace. Con pleno uso de los sentidos y facultades. Por lo tanto, la expresión “empresa consciente” podría definir la capacidad de intentar hacer una cosa, de llevar a cabo construcciones, negocios o proyectos de importancia, en especial cuando intervienen varias personas, de una manera consciente, con pleno uso de los sentidos y facultades.
En otras palabras, la empresa consciente tiene presente la manera en que las distintas formas de conciencia operan en los Tres Grandes mundos: individuo, cultura y naturaleza.
Conciencia:
La conciencia (del latín conscientia, «conocimiento compartido», y éste de cum scientĭa, «con conocimiento», el mismo origen que tiene consciencia, ser conscientes de ello) se define, en términos generales, como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno.
Autónomo:
Significa ‘que tiene autonomía’. También, aplicado al mundo del trabajo, significa que trabaja por cuenta propia. Por ejemplo: ‘Me echaron del trabajo y me hice autónomo’. Esta palabra procede del griego αὐτόνομος.
El trabajador autónomo:
Ser trabajador autónomo tiene ventajas y desventajas, como por ejemplo, ser tu propio jefe. Pero sin embargo, no existe la seguridad de recibir una cantidad fija mensual cómo nómina. Existe también una nueva figura conocida como trabajador autónomo económicamente dependiente, cuya situación laboral debe cumplir unos requisitos para poder ser llamado como tal.
Los trabajadores autónomos se rigen por el Estatuto del Trabajador Autónomo, donde se recogen sus derechos y obligaciones.
Por esta razón podemos hablar de diferentes tipos de autónomos que se diferencian por las características de la actividad que realizan.